Seis jamones, seis cortadores y 105 minutos por delante. Ese es el escenario que se vivió ayer en el centro comercial Nuevo Centro, donde tuvo lugar en la tarde de ayer el IV Concurso Nacional de la Comunitat Valenciana de Cortadores de Jamón Ibérico. Centenares de curiosos y amantes del jamón y del arte de saber cortarlo con acierto se congregaron durante cerca de dos horas en la explanada interior del lugar, observando con detenimiento la traza de los cortadores venidos de todos los rincones de España.
De vez en cuando, también, catando una muestra de pierna cerdo de bellota. El ganador de la contienda, José Luis López, del restaurante La Venta de Salamanca, fue uno de los seis concursantes que optaban al galardón, un trofeo que exhibirá orgulloso a partir de ahora en el mostrador de su local y que además, le abre las puertas a conseguir el trofeo a nivel estatal. En segundo lugar quedó José Manuel Hidalgo, de Sevilla, mientras que el último puesto del podio lo ocupó Pedro Antonio Mora, de Cádiz.
Finura, originalidad y aseo
El jurado de la prueba no lo tuvo nada fácil. Y es que el nivel esta edición era muy alto, según Miguel Ángel Abril, miembro de este tribunal y participante en la edición de 2011 del mismo torneo. El veredicto se dictó en función de varios parámetros, como la rectitud del corte, el estilo del cortador, la limpieza en el trabajo de pelado del jamón (durante los 7 u 8 primeros minutos), el grosor y tamaño de la loncha, la presentación de los platos o la rapidez, (el primero terminó en una hora y 28 minutos). Sin embargo, aunque la rapidez se premiaba, resultó ganador el último en dejar en los huesos la pata de jamón, el joven salmantino de 29 años.
También puntuaba, y mucho, la precisión a la hora de medir el peso de los platos: exactamente 100 gramos era lo que debía contener cada plato. Cada gramo de más o de menos restaban cinco puntos en la puntuación de cada participante. Los concursantes se esmeraron a base de bien en los platos artísticos, diseñando flores o disponiendo de forma original las lonchas de jamón en las vajillas que cada uno portaba.
Los jamones, de cerca de siete kilos cada uno y de Guijuelo, fueron el deleite de decenas de personas que asistieron a este particularmente sabroso torneo que espera repetir el año que viene.
Fuente: Levante-emv.com & El Portal del Chacinado