Todos sabemos que la disposición de los alimentos contribuye sobremanera a su atractivo y a aumentar el deseo de comerlos. Tampoco se trata de presentar el queso de forma que no sepamos qué hacer con él, si hacerle una foto, ponérnoslo en el pelo o como broche en la solapa. No, con sencillez pero cuidando las formas. Lo cierto es que la forma de cortar el queso es algo convencional, y que cada cual puede cortar sus quesos favoritos como desee.
Cada tipo de queso tiene un corte distinto. Vamos a ver cuál debe ser el corte de cada queso:
Quesos blandos pequeños. Se trata de cortarlos en triángulos anchos y proporcionales.
Tortas del Casar o de La Serena (o quesos untables). Estas tortas no se cortan como si fueran un queso convencional porque no son un queso convencional. Se trata de recortar la tapa hasta extraerla por completo. Luego, se extrae la pasta semi-líquida y se deposita sobre trozos de pan normal o tostado. Para conservarlas, se vuelve a colocar la tapa y se guardan en la heladera.
Quesos pequeños y medianos de cabra. Sólo hemos de cortarlos en porciones proporcionales. Primero cortamos el queso por la mitad y luego vamos cortando triángulos alargados.
Quesos redondos (de bola). Estos quesos se cortan por la mitad y se vuelve a cortar sucesivamente hasta formar pequeñas medias lunas con las partes externas. Con el interior se pueden realizar pequeños cubos a los que luego pinchar con un palillo.
Quesos azules en forma de cilindro. En primer lugar se guillotinan por la mitad desde la tapa hasta abajo. Luego, se hacen cortes proporcionales con la guillotina hasta tener varios triángulos formados. Giramos estos triángulos y volvemos a cortar hasta que nos queden triángulos agudos. Normalmente, los quesos azules grandes ya nos vienen cortados y reenvasados en papel parafinado.
Quesos tipo pastilla. Son estos quesitos en forma de disco. En este caso hay poco que cortar dado se trata de quesos muy pequeños. Con todo, lo que debemos hacer es cortar porciones más o menos precisas en forma de cuña.
Quesos grandes de rueda. Se van cortando porciones hasta que podamos realizar pequeños cubos a los que pincharemos con un palillo redondo.
Quesos muy curados grandes. Los quesos grandes, curados y potentes primero se cortan por la mitad. Luego realizado 4 cortes en una de las mitades. Al final, descortezamos, tumbamos una de las partes y volvemos a cortar hasta conseguir triángulos planos. Algunos puristas prefieren dejar la corteza trasera por dos razones. La primera es no perder ese aroma fuerte mientras se degusta el queso y la segunda es para poder asirlo sin que nuestros dedos se tornen aceitosos. Dada la fortaleza de algunos de estos quesos castellanos, en algunos lugares se les quema un poco de azúcar con un mechero de cocina. El resultado es espectacular.
Quesos frescos. Los quesos frescos se cortan solos dada su textura gelatinosa. Estos quesos podemos cortarlos a tacos o en pequeños triangulitos. Si lo que pretendemos es acompañarlos de dulce de membrillo debemos realizar cortes que se ajusten a las piezas cuadradas de la pasta del membrillo.
Otros ejemplos, según forma.
Fuente: Ibericodirecto.com & El Portal del Chacinado