En cuestión de amores hay dos tipos de personas, las que se conquistan con flores y las que se conquistan por el estómago. Aunque pensándolo bien puede existir un tercer grupo, aquellos que lo quieren todo, así que para ellos están dedicadas estas flores de jamón serrano. Bonitas a la vista y ricas al paladar, puede ser un aperitivo que cause sensación en cualquiera de tus cenas de verano.
Y es que muchas veces lo más sencillo de preparar es lo que más va a llamar la atención en nuestra mesa y estas flores bien puestas en un centro, servirán para decorar y a la vez para que tus comensales las vayan picoteando acompañadas de un buen vino. Imaginaros su cara cuando vean que el centro de mesa que les has puesto es comestible.
Para prepáralas solo vais a necesitar unas lonchas de jamón serrano cortadas a máquina muy finas, más o menos dependiendo del tamaño, como dos por cada flor. Unas ramitas de cebollino enteras y unos palitos de pan o grissinis para hacer de tallo. También si le queréis dar un aire más realista haceros con unas hierbas aromáticas en rama, orégano, albahaca o hierbabuena os servirán como una base muy refrescante para disponer los palitos, y que no se caigan en el recipiente elegido.
Comienza enrollando una loncha de jamón en el grissini, dándole forma como de capullo de rosa, para hacer el interior de la flor. Coloca la siguiente superponiéndola a la anterior y con un palillo abre los bordes para imitar pétalos. Cierra las lonchas de jamón con un nudo hecho con dos ramitas de cebollino cortando los extremos que sobresalgan y disponlas en un bol o ensaladera con las hierbas aromáticas. Mantenlas en la nevera hasta diez minutos antes de servirlas para que atemperen.
Espero que con estas rosas de jamón serrano triunféis en vuestras cenas y picnics, lo cierto es que nunca fue tan rico que te mandaran a comer flores.
Fuente: Directoalpaladar.com & El Portal del Chacinado