La Pancetta Toscana, estirada o arrollada es un salame típico que se diferencia del tocino porque éste último se ahúma, además de que posee una fina línea de grasa magra, ya que deriva de la parte abdominal del cerdo. Su aspecto es el de una pieza deshuesada de tocino entreverada con magro.
En el mercado se presenta salada, ahumada o adobada y lo más frecuente es que se ofrezca al público cortada en lonchas más o menos gruesas, aunque también pueden adquirirse trozos mayores para proporcionar sabor a los guisos.
Las preparaciones que admite la panceta, son múltiples; cocida, asada, a la plancha o frita. Quizá ésta última forma es la más popular de todas. Suele acompañar a productos como el huevo, en cualquiera de sus formas, y es un ingrediente destacable en todo tipo de rellenos, tortillas y ensaladas. Aparece frecuentemente acompañando a todo tipo de platos de comida rápida (pasta, pizza,..). Se trata de un alimento rico en grasas saturadas por lo que no es recomendable su ingesta en exceso
La Pancetta Toscana ha sido el acompañamiento, por siglos, de los desayunos y las meriendas de los agricultores en el trabajo de campo, y es hoy en día un alimento infaltable en la mesa para la preparación del típico Antipasto Toscano, para la realización de platos complejos o como relleno de gran cantidad de productos elaborados a la manera toscana como el Criscolette (especie de torta de harina cocida con panceta), el Sgabei (panecillos cilindricos rellenos con queso y panceta) y en rollo.
Con una coloración que va del blanco rosado al rojo oscuro, la Panceta Toscana expresa todo su sabor y aroma característico, cuando se rebana finamente se puede apreciar mejor sus cualidades.
Fuente: El Portal del Chacinado
