La Cecina de León se realiza con los cuatro cortes del cuarto trasero seleccionado de la vaca; tapa, babilla, contra y cadera. Siguiendo un proceso de elaboración tradicional (salado, secado, ahumado y curado), la carne pasa, de su estado primitivo a una masa jugosa y curada, dándole el humo un aroma y sabor peculiar que sólo se consigue con el lento transcurrir del tiempo.
Las únicas cecinas que tienen denominación de origen protegida (DOC), son la de vaca (Cecina de León IGP) y la de chivo (Cecina de Vegacervera). También tienen gran fama la Cecina de equino de Villarramiel, en la provincia de Palencia, y la Cecina de vacuno de Toro, en la provincia de Zamora.
Fuente: El Portal del Chacinado